Al parecer esta letra no se utiliza en matemáticas por ser demasiado parecída a la "o" latina, o al "0".
Ojos brillantes -¿inexpresivos?-, sentada al filo del anaquel. Observando al infinito: viendo todo, y no viendo nada.
Hoy me he dado cuenta de que el mundo que se encuentra delante de mis gafas es distinto del real.
Siniestros momentos, para la calma de un profundo sueño. Después, el despertar… sin signo alguno de haber vivido.
¿Ha sido real? ¿Ha sido un sueño?
No sé cual de los dos onirismos (la vida, el sueño) ha sido el protagonista en mi historia. Era como…si parte de la realidad hubiese penetrado en mí, y parte hubiese quedado fuera, como sola, como desnuda.
¿Cuál es la de verdad? ¿La verdad que queda en mí? ¿O la verdad que queda fuera?
¿Son distintas?
¿Si un rio pasa a través de un puente, deja de ser un rio?
¿Y si parte de ese agua se va por el puente? ¿Qué agua es la que "vale"?
¿Es el agua que se lleva el puente? ¿O el agua que queda en el rio?
Si es el agua que se lleva el puente, los que estén rio abajo verán mermadas sus ventajas. Si es la que se va, no tiene sentido hacer puentes.
Sin agua> no hay rios. Sin rios> no hay agua.
¿Se puede tomar agua del rio sin perturbarlo?
¿Es posible disfrutar de un pastel de chocolate y frambuesa, y que siga quedando pastel chocolate y frambuesa?
¿Hay que parar? ¿Cuando?
¿Alteramos todo lo que vivimos?
Ronda de preguntas… te toca.
Clara
Supongo que tus preguntas son retóricas… pero aún así, y aunque este comentario sobre, digo: yo tengo entendido que la realidad es sólo un compromiso. Quiero decir que lo importante son las relaciones entre las cosas, no el fondo de verdad absoluta sobre el que-tal vez-se sustenten. Por lo tanto, lo auténticamente revelador sería saber si, al interaccionar con las cosas, alterándolas inevitablemente, lo hacemos siempre de la misma manera, si las modificamos en la misma “cualidad” y en la misma medida. De ser así, es perfectamente posible y legítimo manejarse en el entretejido de realidades alteradas, porque aunque no sepamos cómo eran antes de emborronarlas con nuestra humanidad, sabemos que, en fin, esa humanidad es un denominador común, y ¡podemos comprendernos!
(Dicho de otro modo: ¿qué importa si en realidad somos fruto de la imaginación de un escarabajo cósmico gigante, si, total, nunca vamos a despertar de nuestro engaño?)
Si todo lo anterior no es cierto…apaga y vámonos.